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Garra, Corazón y pases cortos


 Sonó el despertador y él ya estaba despierto. Se levantó despacio sin hacer mucho ruido. No quería despertar a sus seres más amados sobre este planeta. Quería estar solo a la mañana, cebarse unos mates, preparar la mochila y salir a la calle a pelearla como todos los días. Aunque éste era un día distinto, diferente a los demás.
 Antes de salir de su casa recordó una vieja frase: “Garra, corazón y pases cortos” y eso acobijo su alma.
 Respiró hondo y, mientras caminaba para su trabajo, se acordó de ese hombre que pasaba a menudo por su antiguo trabajo. Cada vez que hablaban del deporte más hermoso del mundo, éste viejo profeta le decía aquella frase “que época, qué tiempos aquellos”.
 Pero tanto tiempo no pasó, si tan sólo fueron cuatro años atrás que jugábamos la Copa del Mundo en Brasil ¿te acordás ahora?  El del “Brasil decime que se siente”.
¿La primera fase quién nos había tocado? Bosnia y Herzegovina, Irán y Nigeria, ¿era así no?  La verdad que no recuerdo muy bien, pero me acuerdo de Messi rompiéndola y del 7 a 1 de Alemania a los brasileros en su casa, en la semi antes de jugar la final contra nosotros.
 Qué final ¿no? Inolvidable. Me acuerdo que llegamos a esa instancia de la mano de un tal Sabella, muy cuestionado por ser un técnico defensivo “Bilardista”, dijeron aquellos periodistas guerrilleros de café.  El tipo eligió lo mejor que teníamos hasta ese momento y nos llevó ahí. Todo el mérito se lo llevan los jugadores, que algunos son parte de este nuevo Mundial en Rusia 2018.

 “Cómo se adelanta uno en el tiempo, porque nos pasa a todos cuando comenzamos hablar del tiempo y sus sucesos hasta el tiempo de las historias cambian ¿no?, ¿cómo puede ser?” pensó mientras aguardaba en una esquina el bondi.

Se puso los auriculares y por más música que le ponga, todas las sensaciones eran las mismas y lo llevaban al mismo lugar: qué final jugamos, qué partido, los noventa minutos, el alargue, goles errados, penales no cobrados, infracciones divididas y el final más doloroso: perder. ¿Cuál es la sensación de perder? ¿Cómo puede sentir uno al perderse y perderlo todo?
Saberse victorioso o cantar victoria antes de tiempo, es algo que nos estigmatiza y nos sigue de cerca con la cargada, el golpe bajo, los vicios. En vez de meterse uno en el problema, lo rodeamos sin atacar, sin hacernos cargo de lo que pasó, solo haciendo uso de palabras absurdas y ligeras de ansiedad.  Volvés a recordar, y claro, si le ganamos a Suiza sobre la hora, después vino Bélgica y a Holanda le ganamos por penales, ¿te acordás de Mascherano? Barriendo en una jugada agónica a su mejor jugador y después vinieron las instancias de penales, con la frase del Capitán al Arquero: “hoy te convertís en Héroe” Así llegamos a aquella final en Brasil.

Mientras va sacando boleto, lo ve al chofer con la bufanda de Argentina y después levanta la mirada. A su alrededor tanto los niños como los grandes se vistieron para la ocasión. Todos después de haber sufrido una derrota volvieron a confiar y a mirarse los unos a los otros, sin ningún tipo de vergüenza alguna, sabiendo que hoy era una final en la cual había que ganar y dejar la vida en cada pelota. “Como la dejamos todos” pensó, para salir a la calle y vivir la vida, como se vive en una cancha dejando todo, el alma, el cuerpo y el corazón.

Martin






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